A esta altura del año es necesario plantearse de qué manera el Real Estate logrará poner en marcha y con mayor ímpetu toda su capacidad para generar nuevos proyectos pensando en una demanda con variedad de opciones según el target. En ese sentido, Gabriel González Pardo, director de la firma Tizado y junto con Guillermo Vila, Gerente Regional de la misma firma ubicada en la Patagonia, analizan algunos aspectos y respuestas que se generan según las posibilidades y los momentos por el que atraviesa el sector.
La situación actual del país es muy complicada, pero aun así se observan obras por todos lados. ¿De qué se trata? ¿Son proyectos ya vendidos que están en marcha? ¿O nuevos que comienzan?
Esto responde a variedad de temas. Es cierto que llama la atención la cantidad de obras en avance sobre todo en Capital. Por un lado, no olvidemos la paralización durante la pandemia y la lenta reactivación que se observó reflejado en obras que ya hubieran estado terminadas. El otro tema importante fue el cambio en el Código de CABA que permitió con las nuevas valuaciones y la plusvalía convertir ciertos terrenos o edificaciones en más atractivas y con una incidencia diferente a la histórica, con lo cual también sumó proyectos. Por último, y tal vez lo más importante, es que en muchas oportunidades escuché comentar a grandes y pequeñas constructoras como desarrollistas decir que siempre hay fluctuaciones históricas y que ellos seguirán lo que saben hacer, porque detener la maquinaria también es un problema serio a corto plazo.
¿Qué sucede con las unidades usadas? ¿La gente se anima a comprar, a mudarse?
Este sector está actualmente en una sobreoferta respecto a una demanda reducida. Nunca hubo tanto stock y a precios muy razonables históricamente hablando, lo cual es de un gran atractivo para el inversor o consumidor final, que es quien realiza en estos días las operaciones.
¿Quiénes compran las unidades? ¿Los jóvenes o adultos de diferentes edades?
El público es variado, como casi siempre en el rango etario. Lo que sí es notable que la mayoría está eligiendo su primera vivienda, agrandarse o achicarse y no se ve tanto al inversor frente a tantas posibilidades en el mercado financiero.
¿Hay mucha oferta y poca demanda?
Es así, pero la oferta es muy variada. Hay proyectos fuera de precio a buen valor el m2, pero en mal estado. Y la gente hoy exige precio y calidad.
En relación a lo que se construye, ¿cuál es tu mirada acerca de las obras?
Hoy lo considero como el producto más accesible por la posibilidad de sumar de a poco los pagos. Y como no hay créditos es la única posibilidad de poder hacer aportes mensuales hasta la entrega.
¿Qué expectativas existen para el año próximo?
En Argentina es muy difícil proyectar, pero no veo un año fácil con el contexto inflacionario, el atraso cambiario y los sueldos actuales. En definitiva, creo que el mercado inmobiliario siempre está asociado a la industria de la construcción y refleja la situación social en general. Hoy existe una gran deuda habitacional que es difícil de resolver sin créditos (con tasas imposibles). El mercado inmobiliario como engranaje económico está ligado a la política del país y esperemos se vaya encaminando en una estabilidad jurídica y económica. Siempre la vivienda será un bien de resguardo y una buena inversión, pero sería importante que si surge un nuevo impulso esté ligado al crecimiento económico en general.
Acerca de lo que sucede en estos tiempos en la Patagonia, Guillermo Vila, Gerente Regional de esa zona, también de la firma Tizado, opina:
Respecto de Bariloche como así también en San Martín de los Andes, seguimos con un empuje muy fuerte y el mercado sigue muy dinámico. En Bariloche en particular, nos hemos mudado a una nueva oficina, la cual tiene un concepto totalmente innovador para el mercado inmobiliario, que nos permite reafirmar nuestro posicionamiento en la Patagonia, luego de veinte años de haber abierto nuestra primera oficina.
¿El conflicto por las tierras de Villa Mascardi asusta a la gente para instalarse a vivir en esa zona?
No es un tema que asuste a la gente por suerte. Es un conflicto que existe y la ciudad ha aprendido a convivir con él, esperando que se pueda encontrar una solución. Cuando en los medios nacionales salen repercusiones, si es cierto que algunos clientes nos preguntan si hay conflicto, pero se les comenta que esa situación ocurre en un lugar en particular y no en Bariloche en general.
¿Qué sucede en este tiempo en la Patagonia para la compra de propiedades?
Se está vendiendo mucho. La demanda responde y está creciendo la cantidad de desarrolladores para diferentes propuestas, algo que no sucedía ya hace un tiempo. Podemos decir que la Patagonia tiene los ojos puestos en seguir creciendo.
¿Cómo ves esta zona? ¿Hay muchas obras?
Si, en Neuquén por ejemplo es impresionante la cantidad de m2 nuevos. En Bariloche y en San Martín de los Andes no se encuentran terrenos con buenas incidencias para la compra. Sucede que desaparecen enseguida.
¿Cuál es tu opinión para el año próximo?
Creemos que la demanda de a poco mermará por lógica, pero también será contrarrestada por el interés que genera esta magnífica zona con respecto al mundo. Es un lugar que siempre está en desarrollo.