La entrevista con el flamante presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires, Armando Pepe, permite analizar algunos aspectos centrales de la nueva gestión. Una gran responsabilidad para enfrentar cambios y propuestas en la entidad.
¿Cuál es el gran desafío que se presenta como nuevo directivo en la entidad?
El 27 de septiembre ganamos las elecciones a la lista oficialista. Y a la semana constituimos la comisión directiva. Ya nos hemos reunido para tratar, por ejemplo, el tema de la modificación de la ley 2340, que lanzó el Jefe de Gobierno y que se aprobó en la Legislatura porteña por mayoría y para lo que no fuimos consultados como ninguna de las partes relacionadas con la actividad. Esto implica un cambio en los honorarios que cobramos los corredores inmobiliarios por los alquileres de la vivienda. Por esa resolución fuimos a la justicia y planteamos un recurso de amparo por inconstitucionalidad. En la ciudad existen casi 7.000 matriculados, de los cuales un 95% son unipersonales. Es decir, pyme en todos los barrios de la ciudad con colegiados que trabajan con alguien de la familia o poco personal que los ayuda. Administran alquileres y de vez en cuando realizan alguna venta para sobrevivir. Y con esta modificación hay peligro de que cierren muchas inmobiliarias. El otro gran desafío es mostrarle a la gente que hacemos los corredores inmobiliarios. Hay que tener en claro que a nuestro país no lo construyó el Estado sino la actividad privada, sumando edificios a lo largo y ancho del país. Y aunque no somos constructores proponemos y trabajamos con los profesionales. Nosotros colaboramos con la actividad cerca de la gente.
El matriculado tiene que cumplir con la ley. ¿Qué sucede con los que la evaden?
Tenemos 6.900 matriculados y de ese total estimo que existen alrededor de 1.500 inmobiliarios ilegales que trabajan en la Ciudad de Buenos Aires y que nunca se matricularon. Nuestra idea es duplicar la cantidad de inspectores en la calle para realizar los controles. Y si bien ninguno de los colegios de martilleros y corredores inmobiliarios tiene el poder de policía, podemos sancionar con la suspensión de la matrícula y hasta incluso cancelarla. Hay que luchar contra los ilegales y de hecho existen 129 causas penales en su contra, que no se han matriculado y a quienes se los ha intimado. Tenemos una Comisión de Ética y Fiscalización muy activa y vamos a darle impulso a estos temas. Tenemos que tener profesionales y el que no esté colegiado, no puede operar en la actividad. En otro aspecto, nos interesa continuar con los cursos de capacitación para los colegiados, que ha sido una constante en la gestión anterior. También queremos estar cerca de la gente y para eso habrá un puesto de atención para responder las dudas sobre trámites o decisiones referidas en las que intervengan los profesionales del mercado. Habrá también un departamento de legales para brindar respuestas a la gente.
¿Por qué tiene injerencia el Instituto de la Vivienda en el Colegio?
Es otra modificación que se hizo de la ley 2340. El IVC se tiene que ocupar de construir viviendas (que es lo que está haciendo muy bien), pero no puede tener el control de las actividades del colegio. En este asunto vamos a ir hasta las últimas instancias en la justicia. De hecho hemos pedido reuniones con el Jefe de Gobierno de la Ciudad para conversar sobre este tema y otros que atañen a nuestra profesión.
Existen algunos cuestionamientos referidos a las franquicias de algunas empresas…
Eso sucede porque un corredor inmobiliario que está correctamente matriculado y en regla, con su número de matrícula en los carteles pero tiene entre 100/150 empelados que no están en relación de dependencia, que son monotributista y los hacen facturar a ellos. Pero como no están colegiados no pueden facturar. Si ellos siguen las reglas como todos los corredores inmobiliarios de la ciudad, evitarán los problemas. Es lo que esperamos.
El crecimiento de los créditos hipotecarios ha revitalizado el mercado. ¿No es así?
Es una herramienta espectacular. De cada 10 operaciones, entre 6 y 7 son se concretan con créditos hipotecarios. Claro que con tanta colocación de créditos, en seis meses no habrá departamentos para vender. Según un informe del CPAU (Centro Profesional de Arquitectura y Urbanismo), en el primer semestre los pedidos de obras en la ciudad alcanzan los 800.000 m2 de obras nuevas en la ciudad. Están construyendo en la Villa Olímpica, que se va a vender una vez que se termine, a través del Banco Ciudad. Además están edificando detrás de la cancha de Huracán 300.000 m2 y por su parte IRSA sumará otros 300.000 m2 de vivienda en Avenida San Martín y General Paz. Pero hace falta tiempo para construirlas. Eso sí es necesario bajar los costos de construcción. El Procrear Joven va muy bien. Es mucha la cantidad de gente que se anotó, pero es necesario bajar la inflación.
Con tanta demanda para la compra de viviendas, ¿no se afectará de manera notable el mercado de alquileres?
Siempre habrá gente que quiera alquilar. En particular mucha gente que viene del interior.
El sindicato de empleados jerárquicos de la AFIP está planificando ofrecer cursos de capacitación para los empleados que trabajan en inmobiliarias.
¡Cómo el sindicato puede hacer un acuerdo con una empresa para que capacite a los empleados! Pensamos hablar con el director del AFIP y habrá que poner las cosas en claro. Tenemos un Colegio para dar capacitación a la gente. Nosotros tenemos que ofrecer en el Colegio un banco de trabajo. Mucha gente que estudia para la carrera de martillero y corredor y necesita una vez que finaliza encontrar una salida laboral. A mi entender la actividad inmobiliaria tiene futuro, lo mismo que el país. Estamos en una etapa muy importante de crecimiento y la única forma de salir adelante es trabajando. Desde mi nueva gestión quiero brindar los años de experiencia en la actividad. Y trabajo, trabajo y trabajo”.