El presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU), el arquitecto Damián Tabakman, revela la importancia del trabajo institucional con la posibilidad de trabajar junto a las empresas desarrolladoras de mayor peso de la Argentina y lograr de este modo objetivos concretos en favor del sector. También destaca las acciones conjuntas entre el sector privado y oficial, lo que posibilita que se resuelvan temas de interés para la gente, y menciona los créditos UVAS y la importancia de la creación del Boleto Inmobiliario Electrónico.
En busca de un cambio significativo
La CEDU que presido agrupa a los desarrolladores inmobiliarios más importantes a nivel nacional, que cuentan con reconocimiento del público. Son alrededor de cuarenta compañías de las más prestigiosas. Es cierto que la CEDU durante años no tuvo ni mucha difusión, ni reconocimiento, ni actividad y de mi parte estoy haciendo un esfuerzo significativo por cambiar completamente el perfil de la entidad. Es cierto que llego con una impronta que tiene mucho de académico, pero mi interacción con el Gobierno en todos sus niveles como con las compañías no es literalmente la representación de una empresa, sino del sector en su conjunto. Frente a la coyuntura que vivimos con adversidades y complicaciones, el hecho de agrupar a las compañías y poner bajo un mismo paraguas la representación del sector, creo que es valorable. De hecho suceden buenos resultados. Por ejemplo, se realizó una acción muy importante con los desarrollos grandes en el conurbano. Desde que asumió el Gobierno actual, hasta hace seis meses no se había aprobado ningún emprendimiento nuevo. Había muchas trabas y complicaciones. Tomé la decisión y entre todos interactuamos fuertemente con las altas esferas gubernamentales de la Provincia de Buenos Aires y los resultados fueron significativos. No todo se resuelve rápidamente, pero se encaminan las propuestas y en este tiempo observo que los miembros de la CEDU están más satisfechos. Algo similar sucede con el Gobierno porteño, donde tenemos también interacciones que permiten plantear y solucionar, por ejemplo, algunos puntos clave de la problemática del nuevo Código Urbano.
¿Cuál ha sido el tema central de esos cuestionamientos?
En particular el de las plusvalías, que es muy gravoso a la hora de poner en marcha proyectos donde se reflejaban muchas distorsiones. Le explicamos al Gobierno porteño que en muchos casos aun sin dar más metros edificables había que pagar plusvalías, lo que va en contra del espíritu de la norma. Tuvimos una serie de reuniones con el Gobierno local y francamente la reglamentación que salió la semana pasada corrigió muchas cuestiones que consideramos que han sido, en parte, fruto del trabajo que hicimos en conjunto. Algo parecido sucedió a nivel nacional con el trabajo que estamos realizando en forma activa sobre el tema de la fuerte presión impositiva que padece el sector. Lo que se ha aprobado recientemente y a punto de ser sancionado es la exención del IVA para las viviendas de menos de 140.000 UVA’s y este resultado también es parte de nuestro trabajo.
¿Los resultados son satisfactorios?
Cada día existe un permanente interés en buscar soluciones a los problemas y en ese camino se observa cómo las empresas se comprometen para actuar. Se nota mucha vitalidad en la CEDU y las gestiones deben ser hechas. En línea con esto se suma el proceso de fusión con la AEV (Asociación de Empresarios de la Vivienda) que agrupa también a los desarrolladores. Ambas cámaras perciben la vitalidad renovada de la gestión, que tiene que ver con tonificar la participación de todos los desarrolladores a nivel nacional, de acercarse y estar presentes dentro de una entidad. Al margen, más allá de las acciones compartidas que muestran un cambio positivo, sabemos que tenemos que interactuar de forma responsable con el sector público y, a la vez, brindar contenido con actitud crítica. No somos perfectos, pero al mismo tiempo presionamos y exigimos respuestas. De hecho estamos presentando un Código de Ética con la intención de imprimir las mejores prácticas empresarias a la hora de encarar las decisiones, de modo que a su vez nos debería dar una plataforma moral para exigir a la otra parte lo que corresponde.
El papel de los desarrolladores
Es cierto que mientras otras entidades tenían mayor visibilidad, los desarrolladores no han tenido presencia fuerte o tal vez mucho menor. Propongo adquirir más protagonismo y más centralidad desde nuestra cámara y ahora con la fusión con la AEV, seguramente lo lograremos en favor del sector.
¿Cuál es la importancia del Boleto Inmobiliario Electrónico?
Este boleto busca subsanar el vacío legal que dejó el Código Civil y Comercial, que anuló la práctica de la prehorizontalidad, un instrumento que aportaba un resguardo jurídico importante al comprador en pozo. Como se derogó, se implementó la obligatoriedad del seguro de caución que debe ser dado a quien adquiere una unidad en pozo. Faltaba entonces un boleto inscripto en el Registro de Propiedad. Ahora este sistema suplirá ese código. Por su parte, la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA) no sólo permite que el boleto pueda registrarse, sino que crea herramientas tecnológicas para que se pueda concretar a la usanza de los tiempos que corren. Por otra parte, creo que es una buena herramienta que debe estar a la hora de invertir en el pozo y la gente debería exigirlo. En verdad debería ser un vehículo potable para alentar la aparición del financiamiento a los individuos para que adquieran unidades en el pozo. Ese mercado, con hipotecas o boletos, está un poco estancado a raíz de la coyuntura actual; espero que vuelva tan pronto como la realidad argentina lo permita. El boleto electrónico permite un financiamiento a individuos que adquieren unidades en pozo y que brindan en garantía un boleto de compra y venta, para que cuando la obra se termine se transforme en un crédito hipotecario. También reemplaza el famoso préstamo intermedio de los bancos a los desarrolladores porque permitirá que ese préstamo lo tomen en pozo cada individuo y que el desarrollo reciba los fondos de cada préstamo individual para poder financiar la construcción.
¿Qué sucederá con los créditos UVA’s?
Los créditos se crearon para atravesar situaciones crediticias en un país con inflación. Pero en la vida real no fue muy exitoso porque no sucedió lo que se esperaba producto de una inflación muy alta. La Argentina tiene una larga historia de inflación alta. Creo que es necesario plantear una autocrítica en busca de una herramienta que podría ser una UVA corregida para la Argentina.