Claudio Zuchovicki es gerente de desarrollo de la Bolsa de Comercio y durante la entrevista con Argenprop analizó aspectos del comportamiento del Real Estate y el momento económico que vive el país.
¿Cómo observas la evolución de la economía?
No soy nada efusivo, nada entusiasta, pero creo que la economía mejorará paulatina pero a la vez sostenidamente durante años con un crecimiento del 3/4 por ciento anual. Sin embargo, no va a incluir a todos. Les irá mejor, por ejemplo, a la industria de la construcción, al sector maquinaria de proveedores del campo, a los proveedores de la obra pública… En cambio a otros sectores no tanto. Como los que compiten contra las importaciones. Desde ese punto de vista, el promedio andará bien, pero dependerá de cómo encarará cada uno el negocio y no tanto de la macroeconomía.
¿Qué pasa con la relación importación/exportación? ¿En qué estamos mal?
Debería ser un ida y vuelta, cuanto más abierto mejor. La palabra libertad es lo que más me gusta. Estaría muy bien que fuera así, pero hay que entender que para abrirse al mundo y competir hay que estar en posición de competitividad. Y en ese caso el estado no ayuda mucho. Existe una gran informalidad en la economía, la infraestructura exige el doble de tiempo… Es difícil ser competitivo con la burocracia que tiene nuestro sistema. Me encantaría un mundo mucho más abierto, pero antes que eso es necesario que el estado más que un estorbo, facilite el camino.
¿Cómo se podrá solucionar el déficit fiscal? ¿Con crecimiento?
Efectivamente el crecimiento económico es lo mejor, lo menos doloroso. Mucho peor es una restricción. Creo que lo están haciendo, lo que se traduce en cambiar la política energética para autoabastecernos de energía, evitar importar y de ese modo no estar tan sujeto al precio del petróleo o al dólar internacional, que es lo que vivimos estos últimos días. Eso lleva tiempo. En este aspecto soy más optimista. Veo que existe un cambio de fondo para tratar de aumentar la inversión de modo que aumente la oferta de productos y eso combata la inflación. Quizás algunos tengan la paciencia para esperar y buenos recursos, mientras que otros tienen muy pocos recursos y el tiempo les juega en contra.
¿Qué opinas respecto de la suba de las tasas de los créditos?
Hay que considerar que a la vez que suben las tasas se incrementa el valor de la propiedad. Es un mercado que espero sea más libre y entiendo que alguna vez bajará. La percepción del inversor o del consumidor, es decir el tomador del crédito, consiste en si puede o no pagar la cuota. Pero hay que compararlo con la alternativa que es alquilar y las locaciones también se incrementan.
Los bancos para prestar necesitan fondearse. ¿Cómo se financian?
Para los créditos hipotecarios de largo plazo utilizan el mercado de capitales. Es decir, emiten obligaciones negociables. No eligen fondearse en el plazo fijo porque si a los 30 días la gente retira el dinero o se dolariza tendrán problemas y tendrán que subir la tasa. Con las obligaciones negociables a 15 o 20 años, tienen la tasa congelada y no deberían trasladar la suba de la tasa porque ya están cubiertos.
¿Esto significa securitizar?
Eso es. Titularizar implica convertir en un título un crédito hipotecario para que lo financien inversores minoritarios, no los ahorristas.
¿Habrá una vuelta de tuerca respecto al estilo de financiación?
La vida es un péndulo que va de un extremo al otro hasta que se encuentra el equilibrio. Creo que no se volverá al modelo de antes y que habrá cambios. Hay que mejorar lo que tenemos con la tercerización de administraciones. No a los sistemas de pensión o jubilatorio, sino distintos fondos que administren ese dinero.
¿Qué pasa con los precios en el mercado inmobiliario?
Serán selectivos. Habrá zonas con mucha demanda y no se trata de una cuestión de precios sino servicios y confort. La gente sacrifica plata por hacerlo, otros ceden zonas o seguridad. No será en función de lo que cueste construir, sino del servicio que ofrezca y de lo que alcance cada uno. Se dieron cuenta, por suerte, que todos estos créditos UVA potenciaban mucho el segmento del usado, pero no fomentaba el desarrollo. Ahora están los créditos para desarrolladores y eso va a arbitrar los precios.
Sin embargo, no se habla mucho de precios…
Lo que sucede es que no sabemos cuánto valen las cosas. Eso sucede cuando hay inflación, suba sistemática de precio. Y en el m2 de construcción también perdimos la referencia. Hay tantos cambios… Cuando suceden estas distorsiones, se convierten en un juego, porque no hay transparencia en ese nivel de precios.
Una reflexión final…
Creo que todos desde el lugar que está deberíamos hacer un esfuerzo para que el resultado de lo que se han encarado en el país sea positivo. No hay chance para el error. Si sale mal, nos perjudicamos todos.