El campo es un rubro esencial en la vida del país y es parte de un Real Estate específico que crece también como un negocio atractivo en áreas tanto agropecuarias como ganaderas o mixtas. Las inversiones en este sector se mantienen fuerte, pese a los momentos de menor respuesta, y su fortaleza gracias a todos sus atributos incrementa su potencial de cara al futuro. Juan José Madero, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) y director de la División Campos de L.J.Ramos, detalla algunos aspectos de lo que sucede en estos días.
“El mercado de campo hoy está ralentizado como en todo periodo preelectoral que siempre frena las decisiones tanto de vender como de comprar. Igualmente venía remontando el movimiento a un ritmo muy bajo, pero en busca de equilibrio. Los valores de los campos bajaron, pero hoy están estables. El inversor se fue acercando a la banda de negociación. De una posición muy hostil el año pasado y donde no se concretó nada, permitió que este año repunte un poco. Las zonas agrícolas están muy demandadas en alquileres para producir, ya que subieron arriba de un 10% en quintales con respecto a la campaña anterior. Los granos también se incrementaron del año pasado a hoy. Esto sucede por la fuerte demanda de alquileres, agrícolas como ganaderos, una actividad que no se detuvo”.
Explica además que las áreas más atractivas son las agrícolas de primera calidad, esas son las primeras que se alquilan o las que se comprometen para la próxima temporada. “Zona Núcleo es la principal, después está el sudeste de Buenos Aires, Córdoba, sur de Santa Fe y Oeste de Buenos Aires. Todo tuvo demanda este año. Es cierto que la Zona Núcleo siempre es la triple A del país y es la que resiste mejor los vaivenes del mercado de tierras, sobre todo las bajas. A la hora de subir es la primera”.
La demanda está enfocada en campos de aptitud agrícola dentro de la región pampeana, campos mixtos y ganaderos. Y con inversiones de escala menor, de 1 a 3 millones de dólares, esa es la banda de inversión que predomina en el mercado. Siempre el campo agrícola más buscado es el que brinda certeza de rendimiento, como la Zona Núcleo, norte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y de Córdoba, buscados por su calidad. Lo mismo ocurre en el sudeste de Buenos Aires, cerca de Necochea donde están los faldeos de las sierras. Son campos con demanda, de muy buena calidad.
Comenta también que “el área ganadera se ubica en gran parte del país, pero se destaca la zona pampeana, cuya demanda de compra es limitada y selectiva; la demanda en alquiler, firme y sostenida. De hecho hasta se ha pagado 10 por ciento más el kilo de novillo respecto de la campaña anterior. Las que tuvieron mucha demanda en alquiler son las zonas de La Pampa y San Luis; en ventas, más relegadas y puntuales. En el resto del país NEA y NOA, lo referido a la ganadería tiene poco movimiento. Los valores de los campos allí bajaron bastante y los alquileres no tuvieron esa alta demanda como en la zona pampeana”.
El presidente de la entidad explica además que “en estos tiempos el inversor tiene el perfil de productor aunque tenga otra actividad económica, que le permite crecer. En general son productores que se agrandan o que están vinculados con la actividad agroindustrial o metalmecánica y conocen el rubro. También están los inversores con otro perfil de rubro industrial o comercial que refugian su capital en tierra y concretan sus inversiones».
Respecto de las perspectivas de mediano plazo, Madero explica que “es imposible saber lo que sucederá en medio de las elecciones de medio término, una incertidumbre respecto del camino republicano que puede seguir el país. Pero siempre la tierra ha pasado coyunturas y es la productora de todos los alimentos salvo el pescado, por lo tanto será siempre un bien escaso y estratégico. El mercado debería favorecer las inversiones en particular de las zonas más relegadas para la puesta en producción de todo su potencial que tiene el país”.
Según explica el ingeniero agrónomo Mariano Maurette, responsable de la sección Campos de Alzaga Unzué y Cia, desde el punto de vista de la actividad, se observa una leve mejoría. “Hay consultas, revisiones e incluso ofertas. En su mayoría, bastante por debajo de los precios sugeridos. Pero en algunos casos, se terminan concretando. En relación con el agro los buenos precios de los granos, sumado a la caída de los valores de la tierra, permiten mejorar los índices de rentabilidad y repercute en una mayor demanda. Y en relación con las áreas más atractivas para la siembra no hubo cambios en ese sentido. La zona Núcleo Maicera y Sojera, son las más buscadas, a pesar de que hay varias áreas de influencia a estas que también deben incluirse».
Agrega que “la Zona Núcleo nunca deja de ser referente de valores para nuestro mercado. Y a pesar de que la campaña de arrendamientos reflejó una suba al igual que el resto de las zonas de la Pampa Húmeda, los valores para la venta, han caído. En materia de negocios se podría decir que hay cierto movimiento, para los valores menores a los 3 o 4 millones de dólares. Predominando los pagos de contado, aunque puede verse algo de financiación, sobre todo en el interior del país y en las zonas marginales. En estos días los campos agrícolas son los que suelen accionar el mercado. No obstante, quizás sean los campos mixtos, los que predominen. Pero me inclinaría a pensar que donde está la oportunidad, está el inversor. Cuando surgen, duran muy poco tiempo en el mercado«.
Sobre las zonas de la ganadería, Maurette comenta: «a pesar de sufrir algunas políticas absurdas, como el cierre de las exportaciones, sigue firme en su proceso de crecimiento. El productor ganadero tiene una fuerte vocación y sigue para adelante contra viento y marea. De todos modos, respecto de las inversiones si se considera el área de la Pampa Húmeda exclusivamente, hay que decir que genera mucho interés. Pero teniendo en cuenta la totalidad del país, supongo que tanto el agro como la ganadería logran en ese sentido un equilibro”.
Respecto de las perspectivas en el mediano plazo, admite que es un mercado muy ligado a los avatares políticos y económicos. “Si se generan motivos que permitan ser medianamente optimistas, podremos sentir una reactivación más firme. Pensando hacia dónde va este sector, en un contexto normal, no tengo ninguna duda que la dirección obligada, debería tender a que Argentina sea el foco de atención de gran parte de los inversores multinacionales. Pero sabiendo que tenemos una Ley de Tierras que limita, de manera poco inteligente y conveniente a los inversores extranjeros, seguiremos con un mercado de cabotaje. Pero seguramente en crecimiento ya que los inversores tienen muy claras las virtudes que les ofrece”.