Desde hace más de veinte años, este sector ubicado en el sudoeste del Gran Buenos Aires, revela un desarrollo continuo y atrae en particular a gente joven, que es el target clave. Countries, barrios cerrados, condominios y hasta algunos edificios en altura, que ya fueron aprobados, son parte de la oferta que suma opciones para distintos presupuestos y momentos de la vida.
¿Cómo se gestó el despertar de esta zona?
El gran crecimiento de la zona se notó hace casi 20 años. Aunque el primer country fue creado en 1964, por el ingeniero Paisajovich, quien desarrolló allí varios emprendimientos. La zona comenzó a crecer a medida que la gente eligió primero su casa de fin de semana. Después muchos decidieron instalarse definitivamente. Hoy tiene el 60% de vivienda permanente. Además tiene la particularidad de estar cerca de Buenos Aires a través de accesos cómodos como las autopistas Riccheri, Dellepiane, Ezeiza-Cañuelas y, los servicios de subte y tren en la Capital. Fuera de las horas pico se llega muy cómodo en 35/40 minutos al centro.
¿Qué áreas se destacan? ¿Qué falta?
Tuvo muy buena repercusión el centro comercial Las Toscas, que cumplió ya una década, con sus cines. También teatro en otro complejo, Plaza Canning. La oferta gastronómica es importante, pero además se han instalado muchos profesionales que ya no quieren trabajar en Buenos Aires. Existen muchas escuelas y se abren constantemente otras, pero aún así no alcanzan por la fuerte demanda. Con respecto a la atención de la salud, falta un centro de internación.
Llegan nuevos emprendimientos…
Sí. Todavía queda tierra para desarrollar, aunque se sabe que esto es limitado. Especialmente la cercana al centro neurálgico, que tiene valores altos, en particular el acceso a la rutas 52 y 58, ambas en el primer tramo acceden por la avenida Castex, pero al llegar a Saint Thomas se dividen: la 58 se dirige hacia San Vicente y la 52, a Máximo Paz. En general, Canning no creció en altura, aunque se han aprobado edificios de 12 y 13 pisos. Esto es parte del progreso. Son edificios con pocos amenities y partes comunes. También se están sumando condominios, cerca de la ciudad, con lotes pequeños.
¿Cómo es el target de Canning?
Se puede afirmar que tiene un perfil joven. La gente que llegó hace dos décadas, hoy tiene hijos adolescentes que estudian en las universidades en Buenos Aires. Entonces los padres venden y se mudan también a la Capital y llegan otros matrimonios con hijos chicos. En general ese es el target que se está instalando, aunque también hay gente mayor que ha elegido por siempre Canning, porque considera que es un lugar especial. Y si la casa le queda grande, se mudan a los condominios o a una casa más chica. Hay mucha gente joven que genera una movida interesante, en particular los fines de semana, que visitan también Cañuelas, que tiene muy buena oferta gastronómica. Otro lugar cercano es Uribelarrea, que ha desarrollado chacras. En Cañuelas justamente se está por desarrollar chacras abiertas, con lotes entre 2.500 m2 a 1 ha. A mucha gente le gusta ese estilo de vida.
En las cercanías de Canning también se desarrollan parques industriales…
Sí, por ejemplo, el Parque Industrial de San Vicente que está cerca, sobre la ruta 6, que circula de Zárate Campana hacia La Plata y que creció mucho con empresas nacionales y extranjeras. Son en total 250 ha, que se desarrolla en dos etapas.
¿Cómo afectó la coyuntura a la zona de Canning?
Se notó una desaceleración con el tema de los créditos. Ese crecimiento fuerte sufrió una merma. Algunas operaciones quedaron a mitad de camino. Es que hoy para acceder a una vivienda se necesitan 100 sueldos. El que tiene ahorro compra y hasta a veces le resulta conveniente porque cuando se retraen las ventas, los valores tienden a caer y la gente acepta la contraoferta si necesita vender.
Los meses que vienen son claves para el sector…
Las fechas estacionales que se calcula entre septiembre y marzo siempre generan movimiento. Sin embargo, Canning es muy particular, tiene áreas verdes muy bonitas. La gente va hacia allí y ya no sólo por una cuestión estacional. Hay movimiento todo el año. Nosotros seguimos con nuestros proyectos innovadores como loteo abierto, que carece de expensas. Hay que reconocer que la seguridad es un valor que ofrece este sector y la gente lo considera cuando decide instalarse.