Como tantos rubros de la vida económica del país, también el Real Estate sintió el impacto de la pandemia y obviamente los empresarios y desarrolladores han tenido que buscar opciones para evitar que este sector tan importante en la vida de la gente no se paralice. Multiplicidad de dificultades surgieron en el camino, pero una vez más, la mayoría logró encontrar respuestas para continuar con los proyectos en marcha.
Consultado por esto, Gabriel Mayo, de G&D Developers lo define así: “pese a los momentos complicados en la época que comenzó la pandemia estábamos en plena obra. Construimos siete edificios con preventa y un total de 25.000 m2 en diferentes zonas de la capital, con boleto en el pozo y capital propio. Sobre ese total, terminamos tres edificios y nos quedaron cuatro que estamos vendiendo y sumamos otros tres más que construimos junto con Alberto Fernández Prieto, en Colegiales. Se trata de una torre de 17.000 m2; también estamos en obra en la continuación de Moca, además una torre de 17 pisos con amenities. Por otra parte, estamos lanzando otro proyecto en Medrano entre Honduras y Gorriti, del que se vendieron ya 4.000 metros cuadrados”.
Analiza otros aspectos: “El momento de la crisis como sucedió tantas veces en este país es ideal para adquirir una propiedad. Por eso mucha gente se animó, justamente porque advirtió la oportunidad de comprar en el pozo. Toman la decisión y, como es habitual, se paga un monto al comienzo de la obra y luego el resto en cuotas. Nosotros tenemos una historia de crisis. Seguimos construyendo y vendiendo bien. Lo hemos hecho siempre, más allá de las situaciones críticas”.
Agrega Mayo que “la gente que quiere mantener su dinero, al volcarlo a una propiedad sabe que tiene un recurso seguro, que con el tiempo no se pierde. El que tiene necesidad de comprar en cuotas accede e invierte. Además pensamos que con la reglamentación del blanqueo habrá oportunidad para quienes estén dispuestos a entrar en el mercado con la plata no declarada y se animará a colocar el dinero en propiedades. Pese a todo, nosotros no vemos un mercado diferente al de siempre”.
El que invirtió con un dólar más barato y compró caro en dólares, hoy no tiene salida con rentabilidad de su proyecto. Sin embargo, es un mercado que ofrece oportunidades cuando compran y venden, desde luego siempre pensando en el mediano plazo. “Y aunque los momentos son difíciles, siempre habrá una posibilidad donde conviene invertir o comprar una propiedad”. En parte, la decisión tiene que ver cómo están los precios. “En dólares bajaron, -agrega Gabriel Mayo- pero hay que considerar el valor de la tierra, la ubicación además del valor de la propiedad. En las crisis hay dos demandas: una es la persona que observa una oportunidad para la reventa; otra es aquel que tiene necesidad puntual de mudarse; también quien está pensando en comprar un departamento para sus hijos con un precio accesible. En cuanto a los valores como siempre depende de la ubicación y la tipología. En general, oscila el m2 entre 2.700 o 3.800; también del momento en que se decida la operación”.
Escenario
Por su parte, Carlos Spina, director de Argencons y presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV), comenta que “al momento de la pandemia estábamos lanzando a un costo razonable Quartier Lacroze, en el barrio de Belgrano. Un edificio con departamentos de tres y cuatro ambientes, con amenities que nos encontró en plena obra en curso. Después cuando llegó la cuarentena estábamos con otros proyectos: Distrito Quartier, en Retiro, con 115.000 m2 y Quartier del Bajo, con dos torres de 36 pisos en Puerto Madero”.
Admite que el momento fue complicado porque generó mucha incertidumbre. “Hasta que llegó el mes de agosto y allí evaluamos que la inflación no era fuerte y trabajamos para que los fiduciantes se sumaran y así pagar la obra. El resultado fue positivo y en septiembre se colocaron 200 unidades”. Agrega que “después surgió una oportunidad para el relanzamiento de Quartier Lacroze y de Quartier del Bajo con la suscripción. Pero hay que admitir que a medida que transcurrieron los días, el escenario se volvió muy lento. Esto se relaciona con la incertidumbre política-económica y los costos en dólares que indica el índice de la Cámara Argentina de la Construcción, que sigue subiendo mientras el dólar se mantiene atrasado. Con respecto a los valores, la unidad promedio según el momento de lanzamiento para Quartier del Bajo, estaba en alrededor de 2.500 dólares el m2, algo parecido con lo que sucedió con Quartier Lacroze”.