Como sucede en las ciudades más importantes del mundo, existen zonas consideradas Premium que mantienen su exclusividad y atraen a una demanda de alto poder adquisitivo. Es el caso de Recoleta, donde abundan elegantes edificios, construidos muchos de ellos por famosos arquitectos, creando un ambiente atractivo y donde adquirir propiedades de muy buen nivel. Hay que admitir, sin embargo, que el impacto de la pandemia también afectó la zona impulsando a la gente a salir de la ciudad en busca de otros aires. Pero en estos días, todo indica que esa situación cambió y de nuevo ese mercado genera interés en la demanda.
Martín Llauró, director de Mll Propiedades, aporta su análisis. “Hay que dividir el año en dos: el primer semestre muchos propietarios se mostraron más permeables para aceptar los valores de mercado y realizamos operaciones de compra-venta. En el segundo semestre ante la especulación que generaron las elecciones, el movimiento disminuyó. Hay que comprender que el mercado inmobiliario es muy sensible y cuando se retrae impacta de manera general, pero cuando se reactiva tiene la capacidad de recuperarse y la demanda rápidamente sale a la búsqueda. Aun así, hay que decir que los valores en este período bajaron entre un 20/30%”.
Explica además que, si bien es cierto que la pandemia empujó a mucha gente a irse a afuera, a medida que la situación mejoró está regresando. “La oferta se fue acumulando desde el 2019, y en el 2020 cuando la pandemia paralizó el mercado por las restricciones sanitarias, se llegó a un stock récord de propiedades en venta.”
Llauró admite que “de acuerdo con lo que sucedió, creo que ahora es el momento para comprar una propiedad, ya que están en su piso histórico y se pueden conseguir muy buenos departamentos, es decir un 20/30% por debajo de los valores de 2017/2018. Incluso las propiedades a reciclar son una buena opción por su bajo costo de remodelación. Por otra parte, al margen del estado de la propiedad y de las comodidades que brinda, entre una cuadra y otra puede haber una gran diferencia de valores”. El directivo comenta que entre las calles más buscadas figuran las avenidas Quintana y Alvear, alrededor de la plaza Vicente López y las plazoletas Carlos Pellegrini y Pedro Miguel Obligado.
Y agrega: “Respecto de lo que sucederá con el Real Estate, considero que, a corto plazo, los compradores, salvo que sea por necesidad u oportunidad, estarán más pendientes del tema cambiario. Se necesitan buenas señales, volver a tener créditos, salir del cepo al dólar y estabilidad para atraer al mercado. Aunque pese a la situación, soy positivo en ese aspecto, creo que a mediano plazo el mercado se irá recomponiendo y los precios subirán paulatinamente. Como sucede siempre, los ladrillos se recuperan. Por esa razón, es aconsejable invertir ya que la compra y venta de inmuebles transita una recuperación respecto del año pasado y los especialistas del sector esperan que la demanda se mantenga en alza en los próximos meses. Se está vendiendo más que en 2020 porque ese año fue único, diría es una marca del punto más bajo en la historia del mercado inmobiliario. Y quien no compre en este momento podrá pensar dentro de algunos años que perdió la posibilidad de adquirir una propiedad.”
Por su parte, Jorge Toselli, presidente de JT Inmobiliaria, sostiene que “Palermo Chico, Barrio Parque y Recoleta son los barrios que ostentan históricamente los mayores valores por m2. Como extensión de los anteriores, La Isla puede alcanzar números superlativos e impactar en la demanda más selectiva. Pero, en sentido amplio, Recoleta es el barrio Premium por excelencia. Por eso, cuando caen las ventas inmobiliarias, se dice que hay que confiar en que ese sector de la ciudad será el primero en recuperarse. Es la zona más cercana y alcanzable dentro de un área con presupuestos elevados y es donde la clientela puede acceder, sin llegar a valores exagerados”.
Admite que “actualmente, la demanda latente es baja todavía, pero se nota que las consultas crecen, en particular, por inmuebles ubicados sobre las arterias más elegantes como Avenida Alvear, las calles Quintana, Posadas, Montevideo y la Plaza Carlos Pellegrini, con sus edificios, próximos a palacios y embajadas. Siendo una nota diferencial, que los edificios de estilo clásico, son los más buscados. También concitan interés, los racionalistas, súper premium aunque adolecen de cochera. El tema aquí radica en la escasez de oferta con esta tipología”.
Y añade: “También crecen los pedidos de información por propiedades en Rodríguez Peña, Avenida Callao y Ayacucho, entre otras. Están en un área mixta donde conviven viviendas antiguas con edificios más nuevos, pero con precios muy altos para el momento actual. En este período tan complejo, los valores han bajado entre un 25 y 30% promedio y los posibles compradores provienen de Barrio Norte y Recoleta”.
El directivo considera que “los que compran en Recoleta, provienen de ese barrio. Como mucho, es gente que se moviliza desde Barrio Norte, La Isla o Plaza Alemania, de acuerdo a sus motivaciones (para agrandarse o achicarse). Mientras tanto, la gente que abandona el barrio -que no es tanta y que provoca un fenómeno en leve ascenso- es para irse a countries o barrios cerrados en busca de espacios abiertos. Esto comenzó a generar mucha oferta disponible, de muy buena calidad, a la espera de nuevos compradores y todo indica que éste es un buen momento para invertir”.
Toselli define: “Si esta larga espera deja lugar a la acción, seguramente se irá reactivando el sector. Ya se observa un mejoramiento en calles como Arenales, Ayacucho, Azcuénaga, French, lo que permite ser optimista. Este sector es el más cercano a las posibilidades de la llamada clase media. Los próximos meses serán determinantes. Incluso se supone que ciertas conductas positivas se observarán durante el verano hasta alcanzar un ritmo alentador a partir del segundo trimestre del 2022”.