El arquitecto y director de Zentrum Developers, Néstor Curland, explica cómo la empresa multiplica las alternativas para construir: no sólo en el rubro residencial e incluso más allá del corredor norte, como el Distrito Tecnológico, en Parque Patricios. Con nuevos desafíos, el foco está puesto siempre en las rentas para los inversores, creando proyectos de calidad para la demanda, en gran medida joven. Y pese a los momentos complicados, la desarrolladora adquiere tierra para construir pensando en un 2019 con buenas perspectivas.
¿Cómo atraviesan esta etapa?
Estos momentos de incertidumbre nos llevan a ser creativos en todos los aspectos que hacen a la función y el quehacer de la desarrolladora. Uno de los principales puntos que hemos modificado es el tema de la comercialización. Identificamos las búsquedas de la gente que consume nuestros proyectos que se inicia a través de la web. La parte de las inmobiliarias tradicionales se han transformado un poco. Son útiles para la hacer la operación, pero para acercar los clientes a cerrar operaciones siempre es bueno tener presencia en la web. Empezamos a figurar en los buscadores de propiedades, Argenprop es uno de ellos, donde sumamos publicidad en un segmento especial que tiene este sitio en la búsqueda de emprendimientos de pozo. Nos generó muy buenos resultados: varias consultas al día en forma permanente con cada uno de los desarrollos y eso nos permite un vínculo directo con el cliente y una opción muy buena sumada a la acción de las inmobiliarias que colaboran con nosotros. Me refiero a los inversores y consumidores finales, que también se interesan en comprar desde el pozo y que tienen la posibilidad de modificar parte del proyecto del departamento elegido. Nosotros ponemos mucho empeño en el diseño y las terminaciones que son nuestro fuerte. Esta opción que ofrecemos consiste en brindar respuesta a la gente que está desde el inicio en la obra para que tenga el proyecto que siempre soñó.
¿Qué están construyendo?
Seguimos con los formatos habituales, es decir obras desde el pozo, en el corredor norte en zonas como Belgrano, Palermo y Núñez, donde sumamos edificios de entre 1.500 y 2.000 m2, que es en general nuestra escala. Al ser arquitectos queremos que nuestro proyecto final concuerde con lo que sentimos que debe ser la arquitectura. En una escala mayor que supere los 20.000 m2 es muy difícil mantener esa energía en los detalles. Entonces a través una escala preferimos construir diez edificios de 2.000 m2 y así tenemos el control de cada uno de los detalles de terminación de cada emprendimiento.
¿El target joven es el que más los sigue?
Sí, en particular ese target es el que consume nuestra arquitectura minimalista. Después de veinte años de trabajo y más de cincuenta de edificios construidos, el resultado es óptimo. Es importante poner mucha energía para mantener el interés de los inversores. Buscamos distintas alternativas para interesarlos y que ellos se animen a volcar sus ahorros y realicen buenos negocios con nosotros. Habitualmente sumamos locales en la planta baja de nuestros edificios, que están muy bien ubicados y que dejan una buena renta. Para seducir al inversor ofrecemos desde el pozo un local al que le reconocemos una renta del 5% anual hasta la entrega de la posesión. El que invierte en el local tiene la renta desde el minuto cero, más allá de que este construido o no. Esto sucede porque las ubicaciones de nuestros proyectos son atractivas y sabemos que generará muy buena renta. Tenemos varios modelos en Núñez y Belgrano. También aplicando nuestra estrategia compramos un terreno para hacer 1.500 m2 y mientras estamos negociando un segundo terreno vecino para ampliar el frente y plantear un local muy interesante a diez metros de la Avenida del Libertador. Tener un muy buen local nos permite fondear los primeros pasos que da el edificio. En estos momentos en que el mercado está más lento, contar con un buen proyecto en una ubicación clave nos brinda la garantía de tener movimiento y ventas.
¿Tienen proyectos en el sur de la ciudad?
Siempre hay que estar en la búsqueda de nuevas opciones. Después de evaluar una propuesta durante mucho tiempo nos animamos a comprar una tierra en Parque Patricios, en el Distrito Tecnológico. Descubrimos un segmento que nos encantó, adquirimos un terreno y desarrollamos un edificio allí. El Distrito está muy consolidado después de 8 años con muy buenos emprendimientos. Se trata de un edificio de oficinas de plantas libres con un local comercial en la planta baja. Es interesante saber que todos los que invierten ahí tiene un retorno en los ingresos brutos, de modo que cada uno que invierte, desde el momento que firma el boleto de compra en nuestro proyecto, tiene un 80% de reintegro sobre los ingresos brutos que factura mensualmente. Deja entonces de pagar ese impuesto y con ese dinero nos abona la cuota de lo que sería la compra del terreno y entonces tiene una oficina con un beneficio muy generoso.
La idea es seguir invirtiendo en esa zona…
Sí allí para las oficinas nos acompaña una cadena de gimnasios identificado por el público millennial, que trabaja en esa área sumado también a las cadenas de comidas rápidas dentro del Distrito Tecnológico. Es que Parque de los Patricios cambió de manera notable en los últimos diez años. Pensamos que podemos sumar un segundo proyecto en este barrio y desarrollar viviendas para captar a ese público que trabaja y no quiere movilizarse a otra zona de la ciudad.
También el secreto consiste en estar cerca del inversor…
Nosotros no sólo tenemos la preventa con los inversores, sino que nuestros proveedores son inversores de modo que toda la mercadería del 100% de los insumos de obra los tenemos calzados contra los m2 y eso nos permite en estos momentos de cierta lentitud tener la espalda necesaria para avanzar con nuestras obras. Nuestra política consiste también contar con recursos de las reservas para hacer frente a los momentos difíciles que se generan en el mercado, planteando aquellos negocios que se articulan más allá de la coyuntura con la economía, lo que nos permite seguir existiendo como desarrolladora. Apostamos siempre a que el inversor una vez que obtiene el bien lo mantenga y obtenga una renta a través de la explotación de ese bien. Y de acuerdo con el proyecto pueda obtener una renta superior a lo que sería el alquiler tradicional.
Apostar al futuro
Actualmente estamos adquiriendo mucha tierra, digamos en pleno landbanking. Y esperamos a que el mercado se establezca. La variable nuestra es el valor estable del dólar, que sea previsible. A partir de allí, las condiciones del mercado surgen naturalmente. Creemos que el 2019 tiene que ser un año próspero. Pensamos que hoy el valor está más contenido y eso generará más inversiones. Apostamos a la tierra, al diseño, a las nuevas ideas y a seguir creciendo.
1 comentario
Excelente post, ya que tenemos que tener en cuenta muchos factores al momento de realizar una inversion y no tener fracasos a corto plazo.