Con una altura de 565 metros sobre el Cañon del Río Nizhu, China inauguró ayer el puente más alto del mundo que une las provincias sureñas de Yunnan y Guizhou. La estructura montada tiene una longitud de 1.341 metros y costó aproximadamente unos 144 millones de dólares. La construcción del mismo había comenzado en 2013.
El puente colgante, situado en sobre el valle de Beipanjiang, es el que tiene mayor distancia vertical entre su plataforma y la superficie terrestre o acuática. La altura con la que cuenta es equivalente a la de un edificio de 200 pisos, informaron las fuentes del departamento de transportes de la ciudad oriental.
La obra terminada, para la que trabajaron más de 1.000 ingenieros y técnicos, servirá como autopista para unir las ciudades de Hangzhou, capital de la provincia oriental de Zhejiang y Ruili, en Yunnan, al suroeste de China.