Son tantos y tan variados los distintos recursos que nos brinda la decoración que elegir algo que nos represente y quede bien según el ambiente es cada vez más difícil. Los cuadros aparecen como un elemento presente, con estilo y con un valor decorativo que le brindan personalidad a cada rincón de la casa.
Solos o en grupos, los cuadros realzan cualquier lugar de la casa. Mejoran el concepto de la decoración y resaltan desde lo visual cualquier pared. Para utilizar este recurso decorativo, es necesario pensar antes qué ambiente queremos crear y qué estilo buscamos darle.
Lo primero que hay que hacer es elegir imágenes que nos gusten y que sean adecuadas al lugar donde vamos a colocarlo. Los cuadros pueden ser creaciones propias, o bien ser comprados en cualquier lugar de decoración. Pueden ser diferentes entre sí o de un mismo estilo y marco.
Colocar cuadros similares logrará darle a tu ambiente una decoración más formal, mientras que la variedad de tamaños y modelos se percibirá como más alegre y cálida. Decorar con cuadros implica prepararse para experimentar y mover objetos hasta conseguir el diseño agradable y satisfactorio que querés darle a ese espacio de la casa.
Dependiendo de la importancia que quieras darles, la iluminación será un factor importante para que se luzcan más y resalten a la hora de recibir visitas. En formato grande, chico, horizontales o verticales, los cuadros representarán una buena forma de lucir tus ambientes.
Fuente: estiloambientacion.com.ar