Carlos Rosso, presidente de Rosso Development, es un arquitecto y desarrollador acostumbrado a viajar por el mundo en busca de novedades para aplicar a la hora de poner en marcha nuevos proyectos. Es un argentino enamorado del país y a la vez también comparte su vida en Miami, otro de los lugares donde se siente muy cómodo. Entre las novedades que menciona, suma un proyecto muy interesante en Bariloche.
Estás feliz en Buenos Aires…
Mi mirada sobre la Argentina y los Estados Unidos son dos mundos separados y diferentes, pero es interesante para mi ir entre un lugar y otro. Me siento muy argentino, soy muy fanático del país y siempre lo fui. Es cierto que es un tiempo muy especial aquí bastante complicado para el país. Pero Buenos Aires tiene un encanto increíble, es una ciudad fantástica y siempre buscamos excusas para venir aquí e intentar armar proyectos. Después de la venta del SLS en Puerto Madero, que fue un éxito rotundo, luego justo de mi separación de Related, a los dos años de terminar el proyecto, armé mi propia compañía y estoy con proyectos en Miami y también en Argentina.
Te animas a hacer un proyecto en la Patagonia…
Yo creo que a partir de la pandemia y después de estos dos últimos trágicos años, en todo el mundo la gente se replanteó las prioridades en busca de un destino que pueda disfrutar después de todo el esfuerzo del trabajo que hacen muchos para invertir y que puedan encontrar un lugar que les guste. Y la Patagonia es uno de esos lugares que ha explotado, donde la demanda quiere invertir, porque es un lugar soñado. Siempre lo fue. Mi proyecto en Bariloche es un terreno único en el km 12.9 de la avenida Bustillo, de 8 ha. con casi 300 metros de costa sobre el Nahuel Huapi, con unas vistas increíbles. Tenemos todo diseñado, aprobado y esperamos el momento justo para lanzarlo. Ya le pusimos el cartel y la gente llamó. En este caso, de Córdoba y de Santa Fe, porque estaban de vacaciones en Bariloche en ese momento. Hay mucha gente interesada en esta ciudad y seguramente durante el verano la demanda tendrá la posibilidad de averiguar más sobre el proyecto.
¿Cómo se hace para que sea diferente?
Todo cambia todo el tiempo, y a la vez todo es igual todo el tiempo. Como desarrollador siempre buscamos cuales son las diferencias, que cambia y que sigue Igual. En el caso de Miami también como efecto de la pandemia cambió el tipo de comprador y la demanda. Ciudades como Nueva York, Boston o Chicago estuvieron cerradas mucho tiempo y la gente se mudó a vivir a Miami. Primero se mudaron los dueños de las importantes compañías, que ya tenían casa en Miami, en Palm Beach o Fort Lauderdale. Después le siguieron los gerentes, que alquilaron casas y por último fueron los empleados, que alquilaron departamentos. Sucedió entonces que la demanda importante interna de los Estados Unidos en Miami explotó por primera vez en un ciclo de Real Estate. Pero eso que ocurrió no fue para vacacionar sino para trabajar. Es que los gerentes de las compañías en esos dos años de pandemia que vivían en Miami, analizaron la parte impositiva y existen muchas ventajas en ese rubro en el Estado de Florida para los que abran compañías. Al no tener esos impuestos la gente puede comprar más casas y en esos casos el hogar tiene un valor de un cuarto de lo que vale en Nueva York. Así es que la calidad de vida de la gente más grande hace que sea la primera vez que el ciclo residencial del Real Estate en Miami está impulsado por un mercado interno y que a su vez ha impulsado un mercado de oficinas. Hay que entender además que Miami es una ciudad chica, unas 500 mil personas. Es más chica que Mar del Plata, aunque no parece. Eso sí, tiene mucho para crecer.
El valor de los ladrillos
Pensando una vez más en la Argentina, recuerdo que en los años 90 me compré un departamento y hoy esa propiedad vale menos que en esa época. En cambio, adquirí también departamentos en Miami y hoy cuesta cinco veces más que entre 2002/2003. Aquí está el drama de la Argentina, un país que no crece pese a la riqueza que ofrece. Es que lamentablemente no se toman las decisiones que corresponden. Pese a todo siempre es un placer venir a Buenos Aires, donde se advierte que los problemas existen y sin embargo los ladrillos siguen siendo un refugio de valor. Siempre es un placer estar aquí y recorrer Buenos Aires. Y pese a la recesión por todos lados advierto que hay proyectos. Veo las grúas, movimiento, obras…
En el caso de Miami, cuando llegaron las compañías de primera línea allí se sumaron los restaurantes que siguen a sus clientes que son las empresas grandes. También trajeron a los desarrolladores de Nueva York que siguen a sus clientes y las empresas grandes empezaron hacer edificios de 50.000 m2 de oficinas. Trajeron a los desarrolladores de Nueva York más importantes que trabajan en Miami, armando sus compañías. También viven los grupos económicos importantes de desarrollo inmobiliario de NY que se mudaron allí. Y esto sucede porque la gente que les alquila a ellos la oficina le dicen «si ustedes hacen un edificio yo mudo la compañía».
Tu mirada
El mensaje final es que vivimos en un mundo de tasas de interés bajas. Yo quería comprar letras del tesoro americano que en un año ofrece el 3% de retorno mientras que el Real Estate en Miami ofrece el 8%. Particularmente el tema de la pre- construcción en un momento donde hay tasas bajas e inflación. Lo mejor de todo es la pre-construcción. En el caso de Estados Unidos no tenemos ajuste por inflación como aquí. La pre-construcción es un buen negocio para los inversores porque es una venta larga y financiada en el tiempo en un mundo en el que hay inflación.